EL FENOMENO DE LA DEIXIS DESDE VARIAS PERSPECTIVAS
G. Rauh apunta en principio dos tipos de expresiones deícticas: el primero es el llamado "demonstratio ad oculos" y el segundo es la "deixis am Phantasma". Ambos tipos difieren por su relación con el oligo. En la primera caracterización, el enunciador y los objetos señalados están presentes en la situación de enunciación; en cambio, en el segundo tipo el centro de orientación, pero no los objetos relacionados, forma parte de la situación canónica de enunciación. También añade un tercer tipo, en el que el enunciador elimina su centro real de orientación y se imagina ubicado dentro de un espacio de la memoria.
Desde una perspectiva cognitiva, Enrique Bernardez en sus conclusiones "Estrategias constructivas de la descripción oral" publicadas en el numero 30 de La Revista española de Lingüística propone estos ejemplos sacados de un corpus de lengua oral (los hablantes tienen que describir un dibujo):
39. en la pared de enfrente, o sea según se entra por la puerta
40. al fondo había como donde se encienden las luces
41. cuando entras por la puerta, de frente están los fusibles de la luz
42. también está en la pared frente a la puerta los interruptores de la luz.
43. nada más entrar por la puerta, a la derecha está la escalera
44. según entras, a la derecha hay unas escaleras
45. según entras a la derecha hay una escalera
46. según si se abriera la puerta a la derecha hay una escalera
47. está la puerta con su mirilla y a mano derecha hay unas escaleras
48. nada más entrar te encuentras a mano derecha un mueble (...) entras y a mano derecha hay un mueble lo primero que te encuentras.
Concluye: "Esto se interpreta en el sentido de que sea cual sea la fuente de la imagen de partida, la tendencia principal será a situarse dentro del objeto que se describe y adoptar una perspectiva interna. Parecería que los hispanohablantes prefieren por tanto la descripción a partir del observador, lo que Carroll (1997) denomina «punto de vista deíctico»; se comportarían a este respecto como los alemanes, según el análisis de esta autora, a diferencia de los anglohablantes, que prefieren centrarse en los rasgos propios del objeto descrito (Carroll 1997, pág. 138)".
Otro fenómeno deíctico que se estudia desde un enfoque cognitivo diacrónico es la especialización del tiempo. Así, John Lyons en Semántica observa a cerca de las teorías localistas: "La especialización del tiempo es un fenómeno tan obvio y persuasivo en la estructura gramatical y léxica de tantas lenguas del mundo que se ha puesto muy a menudo de manifiesto incluso por parte de estudiosos que no pensarían suscribir explícitamente la hipótesis del localismo".
También Victoria Escandell en sus Apuntes de Semántica léxica trata de la cuestión de la gramaticalización de algunos significados originalmente léxicos: "Hay, por ejemplo, una tendencia general a extender los significados de conjunciones y locuciones espaciales (de contenido más concreto) hacia nuevos valores temporales (que resultan más abstractos)". Lo curioso de este patrón es que responde a la hipótesis de la unidireccionalidad en el cambio; en este sentido, se argumenta que el cambio de lo espacial a lo temporal es un universal paralelo al cambio de lo concreto a la convencionalizacion de los implícitos pasando por lo abstracto. Este universal sería para algunos en realidad un proceso cognitivo basado en la metáfora. Así explica Luz Amparo Fajardo Uribe en su artículo “La metáfora como proceso cognitivo” que “la metáfora es un mecanismo que hace posible conceptualizar y reconceptualizar el mundo a partir de la traslación de rasgos de un dominio de origen a un dominio de llegada. En esa medida, la metáfora no necesita inventar nuevos términos para referirse a la realidad, sino que a partir de los ya existentes brinda una visión diferente de ésta en tanto que ha sido enriquecida con la afectividad y la emotividad del sujeto cognoscente. Por esa razón, la comprensión y producción metafórica requiere más de la competencia comunicativa que de la competencia lingüística, dado que el sentido que éste adopta depende del contexto comunicativo y no de la constitución léxica, morfológica sintáctica del enunciado”.
Se suele considerar en la deixis espacial española la organización trimembra: aquí, ahí y allí. Sin embargo, Julio Calvo Pérez en La Pragmática del español escribe: "[E]xiste en español otra deixis espacial (...), que tiene consecuencias morfológicas y estructurales imprevisibles y que se fundamenta en la suficiente oposición sinonímica: aquí vs acá".
De manera general, se caracterizan las marcas deícticas espaciales en -a según los rasgos de /+direccional/, /+espacio abierto/, /+distal/ o /-visibilidad/. También, algunos lexicólogos aluden a la indeterminación mayor que estos adverbios denotan. Así por ejemplo en el diccionario de María Moliner nos encontramos con la definición siguiente de acá: "Adverbio con que se designa el lugar en que esta el que habla, con mas indeterminación que con aquí".