jueves, 4 de junio de 2009

“Haga su contribución informativa” en Madagascar

En su artículo « La Universalidad de los postulados conversacionales », Elinor Ochs propone reconsiderar la universalidad de la máxima de Grice « haga su contribución informativa ». En efecto, su estudio empírico sobre las prácticas conversacionales en malgache demuestra que la tesis griceana no se puede aplicar en esta comunidad en la que las reglas de conversación se establecen sobre la litote: los malgaches suelen no facilitar toda la información que poseen.
La información para quien la tiene es una riqueza y una fuente de poder, de modo que los que manejan mejor la retórica y el arte de la discreción verbal son considerados sabios. Sin embargo, parece que la distancia social influye en el manejo de este comportamiento, ya que cuanto mayor es la distancia (desconocidos/familiares), menor es la información que se transmitirá, y viceversa.
Ademas, rehuyen del tsiny (“culpa”) que les puede perjudicar a ellos comprometiéndose, así como del henatra (“vergüenza”) que puede perjudicar a los demás. Este también queda reflejado en los usos pragmáticos de la lengua malgache en la que se usan con mayor frecuencia las estructuras impersonales y pasivas.
Se observa a este respeto una diferencia genérica, ya que son sobre todo los hombres los que respetan esta conducta tradicional; las mujeres, en cambio, son consideradas más locuaces y más propensas a atraerse el tsiny o el henatra. Esto demuestra que en la sociedad malgache no es que no se aplique la máxima de Grice “haga su contribución informativa”, sino que ésta se somete a factores contextuales mucho más rígidos. Pero hemos de notar que este comportamiento no es exlusivo de Madagascar; también en Occidente en el ámbito de la justicia o de la medicina por ejemplo el “secreto profesional” y la discreción son desvíos de la máxima de cantidad. Parece pues que en la aplicación real el grado y el contexto son factores importantísimos de realización de la máxima.
Por lo tanto, concluye la autora: “Grice ofrece un marco que facilita la comparación de los principios conversacionales de diferentes comunidades de hablantes (…). Los motivos que pueda haber para seguirla [una máxima] más o menos revelan valores y orientaciones que separan una sociedad de otra y que separan grupos (por ejemplo, hombres, mujeres, parientes, extraños) dentro de una misma sociedad”.